LA BASE
Por Ana Guerberof
ana.guerberof@gmail.com
Desde España
¿Se acuerdan cuando les contaba las vicisitudes del 15M
en 2011? Cuando la política volvió momentáneamente a las plazas de toda España.
Se preguntarán ¿qué quedó de todo aquello?
El entramado político y social que se tejió alrededor del
15M se dispersó después de desalojar las plazas desde el centro de las ciudades
hacia los barrios. Se crearon asambleas que sirvieron para canalizar la forma
de hacer una política diferente que no perteneciera en exclusiva a los partidos
políticos, sino que surgiera de las comunidades y atendiera a sus necesidades
más inmediatas.
Este sábado fui al ateneo cooperativo de Poble Sec (un barrio
del centro de Barcelona) conocido como La Base. Mi amiga Olga es parte de la
asamblea y me había invitado porque se organizaba un evento que consistía en
una paella solidaria abierta a todo el público seguida de una tarde de
conciertos. La Base se inauguró el 24 de enero de 2014 y surgió de la necesidad
de dotar de autonomía a los barrios, emulando algunas de las infraestructuras
autogestionadas de la Barcelona de principios del siglo XX. Durante más de un
año sus 127 socios han trabajado para poder habilitar este local de unos 150 m2.
Todo lo han hecho ellos: desde las paredes y ventanas de doble vidrio hasta la
cocina y los baños. El espacio tiene una gran oferta de actividades entre las
que destacan una biblioteca, una cooperativa de consumo (“La Seca”), un comedor
popular (con menús muy asequibles), un servicio de comida ecológica, un espacio
de encuentro (¡cómo podía faltar un bar!), un espacio de aprendizaje y una
cooperativa de oficios.
Los fondos recaudados durante el evento se destinarán a
pagar la multa que la administración pública ha puesto a dos de sus miembros
por haber pintado con grafiti algunas entidades bancarias en el día previo a la
huelga general del 29 de septiembre de 2010. La Base es un hervidero de
personas de todas las edades que acuden a pasar el día y contribuir a la causa
de Marc y Aleix, que también están allí sirviendo paella, cervezas o café.
Mientras saluda a unos y a otros, Olga me explica el funcionamiento y me
muestra las instalaciones. En el segundo piso, nos encontramos con otro grupo
de unas veinte personas que ese día también se reúnen, es el grupo de trueque
del barrio (el Trocasec que intercambia ropa, libros, juguetes o artículos del
hogar). Cuando estamos sentadas en una de las largas mesas de comedor que se
han instalado para la paella, Marc se sienta un rato con nosotras y me explica
que las multas se las pusieron por pintar con grafiti algunos bancos. No tenían
pruebas reales, si el proceso hubiera sido por la vía penal seguramente el
juez, con más perspectiva, les hubiera puesto, si acaso, una multa muy baja,
pero por la vía administrativa es la propia administración la que acusa y
juzga. Para iniciar un contencioso administrativo se necesita contratar a un
abogado y a un procurador. Es tan complicado y costoso que al final se opta por
pagar la deuda. Marc sabe de lo que habla, está a punto de ser abogado y
precisamente porque sabe cómo funciona el sistema ha preferido pagar. Se queja
de la reforma del ministro de justicia, Alberto Ruíz Gallardón, que hace que
muchos delitos entren ahora por la vía administrativa, lo que obliga al
ciudadano a pagar antes de poder defenderse ante un juez.
Mientras nos tomamos el café en la terraza de la entrada
sobre mesas y sillas recicladas, conozco a Emilio que ha realizado el trabajo
de carpintería del local. El trabajo está tan bien hecho que, antes de irme,
acabo pidiéndole su dirección para hacer unos arreglos en casa. Mientras tanto,
otros montan el escenario para que comiencen a tocar los dos guitarristas que
abren la tarde de conciertos.
Algunos de ustedes podrán pensar que estas iniciativas no
cambiarán el mundo, que seguirá mandando el capital, pero quizás ellos piensen
que quieren crear la alternativa que provocará un cambio paulatino y mientras
tanto vivir de otro modo en lugar de sentarse a esperar. Estarán de acuerdo
conmigo en que quizás, sea esa la mejor manera de vivir.
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